Biodanza trabaja en este marco, a través de la estimulación de los potenciales genéticos,como una terapia real. De hecho, la propuesta es crear momentos de socialización, revitalización, distensión y creatividad que ayuden a aliviar los problemas físico-motores y mentales.
La propuesta parte de una rehabilitación motora a través de una progresividad dirigida y bailes ricos en contenido emocional que son expresión de su propio sentimiento. La presencia e interacción con otras personas del grupo crea posibilidades de relación e intercambio emocional. Los momentos de desarrollar la confianza en sí mismos y de sus propias habilidades y de redescubrir ser portadores de valores únicos son particularmente importantes.
El resultado será, en definitiva, la posibilidad de mejorar la calidad de vida.
La actividad se puede llevar a cabo en cursos privados o en Asociaciones e Institutos para Ancianos (RSA).